El pasado
5 de enero se dio a conocer un comunicado conjunto de las seis confederaciones
sindicales brasileñas en el que éstas saludan “el acuerdo laboral” tripartito del 23 de diciembre que finalmente
se publicó como Decreto Ley el 28 de ese mismo mes con el texto de la reforma
laboral planteada en función del llamado
Componente 23 en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y
Resiliencia del programa europeo Next Generation. Las seis centrales
sindicales brasileñas titulan su comunicado de la siguiente manera “La precarización
del empleo no genera desarrollo”, con la vista puesta en la reformulación del
programa de cambio que se delinea ante las elecciones presidenciales del próximo
octubre del 2022.
El comunicado, que firman Sérgio
Nobre, Presidente da CUT - Central Única dos Trabalhadores, Miguel
Torres, Presidente da Força Sindical, Ricardo Patah, Presidente da
UGT - União Geral dos Trabalhadores, Antonio Neto, presidente da CSB -
Central dos Sindicatos Brasileiros, Adilson Araújo, Presidente da CTB -
Central dos Trabalhadores e Trabalhadoras do Brasil y Oswaldo Augusto de
Barros, Presidente da CST - Central Sindical de Trabalhadores, comienza
recordando la firma del Acuerdo, encuadrándolo en la constitución desde
diciembre de 2019 de un gobierno de coalición en España y en la necesidad de
cambio que mostró la sociedad española ya durante el período electoral que los
interlocutores sociales entendieron y el gobierno incentivó a través del
diálogo social.
“Entendemos – dice el comunicado –
que este nuevo acuerdo puede ser una señal que estimule la reapertura de este
debate también en Brasil. Recordemos que la reforma laboral española fue la
fuente de inspiración para realizar en nuestro país la degradación de derechos,
la precarización de los vínculos laborales y el ataque a los sindicatos y a la
negociación colectiva. El argumento fue el mismo: reducir el coste del trabajo
para generar empleos. Pasados cuatro años está claro que los objetivos de la
reforma laboral de Michel Temer, ampliada y profundizada por Bolsonaro,
se ha revelado desastrosa para la clase trabajadora y para la nación. En
ese período el desempleo aumentó, la precarización y la inseguridad laboral se generalizaron,
el recorte de salarios, la pobreza y la desigualdad se expandieron, en el marco
de un crecimiento económico balbuciente y el incremento de los males sociales”,
un cuadro que se refiere a la situación previa a la pandemia. Cuando esta se
desencadenó, “la crisis se convirtió en una verdadera calamidad”.
Ante esta situación, el
sindicalismo brasileño pronostica dos elementos a su juicio claves en el
inmediato futuro con vistas a los próximos procesos electorales. De un lado,
que ante los cambios en las relaciones laborales y en el mundo del trabajo, el
diálogo social tiene que ser prioritario para la recuperación económica con
justicia social. De otro, ya específicamente ante el debate electoral a las
presidenciales, que los temas de la generación de empleo de calidad, la
recuperación de los salarios, la protección laboral, social, de seguridad
social y sindical, deben ser centrales en el mismo, además de promover a través
del mismo que muchos trabajadores y trabajadoras sean candidatas y representen
a los trabajadores en el Congreso Nacional y en las Asambleas legislativas, continuando
así una tradición del sindicalismo brasileño de presentar a miembros relevantes
de su dirección a la condición de diputados como forma de presión en el espacio
institucional del poder legislativo en favor de los intereses de los
trabajadores.
“Los cambios que están sucediendo
en España nos dan la esperanza de que por aquí también podemos revisar algunos puntos
de una reforma que se impuso sin un debate social y con un sesgo deliberado
pro-capital y antisindical. La unidad de
acción de las centrales sindicales abraza esta causa y apuesta por el camino
del entendimiento y de la movilización para el beneficio de toda la sociedad”.
En prolongación con esta
importante toma de posición unitaria del sindicalismo brasileño en torno al
significado positivo que la reforma laboral del RDL 32/2021 supone para el
panorama socio-político brasileño, justo una semana después, el 12 de enero, el
diario El País daba noticia de una reunión efectuada en remoto entre sindicalistas
y militantes del Partido de los Trabajadores junto con exponentes del PSOE y
sindicalistas de CCOO y de UGT en la que habían participado por parte española
el ministro de Inclusión y de Seguridad Social, Jose Luis Escrivá, y por
parte brasileña el ex presidente Lula da Silva en la que se examinó el
contenido y la importancia de la reforma laboral española. (https://elpais.com/internacional/2022-01-12/lula-coloca-la-reforma-laboral-espanola-en-la-campana-electoral-de-brasil.html)
Del contenido de esta reunión, de acceso restringido, se ha conocido el tuit
que el ex presidente y candidato presidencial Lula hizo público y por el
que animó a los brasileños a que “sigan de cerca” la reforma laboral de España,
donde “el presidente Pedro Sánchez está trabajando para recuperar los
derechos de los trabajadores”. En ese mismo contexto, la subida del salario
mínimo resultó también un elemento de contraste muy apreciado en el debate
efectuado. En todo caso, es relevante que la reforma laboral española se vaya a
situar en el centro del debate electoral de Brasil como un proyecto viable de
reforma en una dirección emancipatoria.
A esta reunión que menciona El
País asistió el presidente del Instituto Lavoro, una de las entidades más
activas en la coordinación de abogados laboralistas sindicales del país que se
constituye como un espacio de debate y de reflexión muy activo en aquel país. Con
sede en Sao Paulo, el Instituto mantiene un convenio de colaboración con el
CELDS de la UCLM y, en el marco del mismo, está pensando en organizar un curso
virtual sobre las reformas emprendidas en nuestro país, en las que se ponga de
manifiesto no tanto el contenido estrictamente técnico de las mismas, sino su
trasfondo teórico y su relación con un posible modelo de reconstrucción del
marco institucional de las relaciones laborales tras las últimas intervenciones
neoliberales que han desconstitucionalizado el trabajo y contraído el estado
social, junto a un método de producción normativo que se basa en el acuerdo
tripartito en el contexto de un complicado escenario político sin mayorías parlamentarias
claras de progreso, una situación que interesa enormemente al debate social y
político que se puede desarrollar en Brasil.
El reflejo de la reforma laboral
como materialización de una determinada política del derecho que se está denominando
“laborista” y el interés objetivo en un marco de cambio social que por vez
primera en casi cuarenta años no comporta degradación de derechos individuales
o colectivos de los trabajadores, son los dos datos fundamentales que han acaparado
la atención tanto sindical como política de las organizaciones brasileñas sobre
la reforma española.
1 comentario:
El análisis jurídico necesita siempre de una distancia para evitar el aturdimiento producido por determinado ruido mediático y politico. Resultado gratificante la lectura del texto cuando casi llega el fin de semana.
Gracias!!!
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