Un proyecto de investigación de la EHU/UPV, un seminario en Oñati, con prueba gráfica incluida, y por fin un libro, editado y coordinado por Juan Pablo Landa. He aquí una reseña de su contenido:
El libro comentado es fruto de un
proyecto de investigación y de un encuentro internacional en Oñati, dirigidos
ambos por Juan Pablo Landa, editor del volumen colectivo. Es un trabajo que se
inserta en la línea de análisis doctrinal sobre la noción de flexiseguridad,
referida esta vez a la innovación tecnológica examinada a través de varios
estudios de casos y de los modelos legales de algunos ordenamientos. En el
“horizonte 2020”, la referencia a la flexiseguridad sigue siendo constante como elemento clave para la competitividad
empresarial, y lo que se pretende realizar en este trabajo colectivo es un
esfuerzo de precisión crítica sobre esta relación en una combinatoria entre
estrategias empresariales concretas y modelos legales que movilizan determinados
instrumentos de flexibilidad con esta finalidad. De este modo, ya desde el
inicio se puede comprobar que la apelación a las políticas de flexiseguridad como “gestión eficaz de las
transiciones” entre modelos productivos y eficiencia empresarial (que describe
con toda propiedad Ignacio Camós en el primer capítulo del libro), se resuelve
de manera exclusiva en el uso de la flexibilidad interna o funcional como forma
de impulsar la productividad de las empresas en época de crisis y la innovación
tecnológica que ésta requiere. La perspectiva con la que se enfoca el tema está
en la línea de los planteamientos sindicales frente a las reformas laborales
españolas en el tiempo de la crisis que se materializaron en los Acuerdos del
2010 y del 2012, es decir, la conveniencia de desarrollar medidas de
flexibilidad interna como forma de evitar la flexibilidad numérica o externa
como ajuste de las empresas, considerando el ámbito de la innovación
tecnológica especialmente idóneo para ello.
Desde ese punto de vista, la aproximación
al estudio de la flexibilidad interna revela la importancia de que ésta sea
contratada o negociada con los sindicatos o los representantes de los
trabajadores en la empresa. El “diálogo social” en la empresa, las prácticas de
consulta y de negociación, son condicionantes de la eficacia de estas medidas.
Así lo ponen de manifiesto el estudio que efectúa sobre empresas
multinacionales alemanas, holandesas y francesas Teun Jaspers, enormemente rico
de sugerencias y matices, o el que lleva a cabo Stefania Scarponi centrándose
en la dinámica de las estructuras de representación de los trabajadores en
empresas transnacionales europeas en orden a la adopción de medidas de
reducción de jornada o de promoción de cualificaciones de sus trabajadores. Esta
perspectiva aparece reforzada mediante el análisis de las medidas de
flexibilidad interna en Alemania, entendiendo por tales la utilización de
horarios y jornadas flexibles en la forma concreta en la que lo regula el
sistema negocial alemán, que analiza críticamente Eva Kocher, o el examen
específico del llamado “tiempo de trabajo en confianza”, una especial
utilización del uso del tiempo de trabajo para reducir tiempos de trabajo
improductivos, que analiza Janire Mimentza. La negociación colectiva aparece así
como el cauce obligado para la puesta en práctica de estas medidas, lo que se
confronta en el estudio del sector de las empresas del conocimiento y alta
tecnología en Norteamérica que lleva a cabo Marci Seville, un sector compuesto
por nuevas empresas y nuevos trabajadores no sindicalizados, que le permite a
la autora sin embargo destacar distintos casos en los que se aprecia un
resurgir del sindicalismo en estos ámbitos y el inicio de nuevas perspectivas
organizativas en estas empresas.
Tras este enfoque comparado – en
el que se inserta disfuncionalmente un análisis microeconómico de la relación
entre flexibilidad interna y estrategia innovadora de las empresas de
producción que se presenta como un “hecho neutro” en donde la
“complementariedad” entre las dos flexibilidades parece ser la solución, sin
poder afirmar un “modelo óptimo” de gestión de recursos humanos al respecto –
el libro se concentra en el caso español, y lo hace correctamente a partir de
experiencias de negociación colectiva. En primer lugar, Jose Luis Goñi analiza
de manera exhaustiva la experiencia de
la empresa Volkswagen en Navarra y las aportaciones que se desprenden de la
negociación colectiva en esta transnacional de la automoción, y Edurne
Terradillos y Santiago Collado examinan el panorama resultante de la
negociación colectiva en el País Vasco a la hora de regular alguna de las
técnicas de flexibilidad interna más relevantes, como la clasificación,
movilidad funcional y formación continua.
Un examen especial de las empresas vascas – cooperativas y mercantiles -
ricas en tecnologías del conocimiento que describe las trayectorias laborales
de los “trabajadores activos” de las mismas, es llevado a cabo por Aránzazu
Fernández y Miren Alazne Odriozola, sin que en el mismo nos den cuenta de la
relación existente entre esta incorporación a las decisiones
técnico-productivas sobre la innovación y la contratación o participación
colectiva de estos procesos.
La última parte del libro se
dedica al modelo legal español y en consecuencia discurre sobre las reformas
legislativas de la crisis. Juan Pablo Landa analiza los cambios en la normativa
sobre flexibilidad interna en el contexto de las innovaciones resaltando el
desequilibrio existente entre un impulso fuerte a la desregulación no compensado
por un incremento de las instancias y de los procesos de participación como eje
de la gobernanza en la empresa. Este encuadre general se complementa con un
examen de la flexibilidad de tiempos de trabajo que efectúa Francisco Trillo y
la crítica de nuevo a la asimetría en la bidireccionalidad de esta regulación
que debería posibilitar tanto una organización del trabajo altamente
competitiva mediante una gran flexibilidad en los horarios y en la duración de
la jornada como un uso colectivo e individual del tiempo de vida de los
trabajadores y de las trabajadoras que modalice la extensión la intensidad del
tiempo de trabajo, y, en fin, con el capítulo de cierre de la obra, de Jaime
Cabeza, que insiste en denunciar el elemento clave de la reforma laboral española,
el reforzamiento del poder unilateral del empresario en detrimento de
instancias de participación y de negociación, que desequilibra y anula el
elemento base de las políticas de flexibilidad interna mantenidas en el derecho
comparado y las propias estrategias de las empresas líderes en innovación
tecnológica.
Se trata
por tanto de un trabajo colectivo que suministra materiales muy valiosos para
la reflexión y que permite dotar de fundamento sólido en la negociación
colectiva y la capacidad sindical de contratación del poder de dirección
empresarial cualquier perspectiva de flexibilización, contando siempre con la
ambivalencia entre las políticas que se quieren seguir, las reglas que las
viabilizan y la realidad empresarial que las materializa. Si desde ese punto de
vista la obra refuerza por tanto los enfoques sindicales respecto a la
regulación de la organización concreta del trabajo en las empresas en la
perspectiva de superación de la crisis – y por tanto con el fomento de las
medidas de flexibilidad interna en las mismas – por otra parte señala, para el
caso español y las sucesivas reformas legales sufridas, en especial la del
2012, un escenario que se aparta de manera evidente de los modelos comparados y
de las estrategias empresariales más punteras, imponiendo un esquema
autoritario y violento de ajuste que es disfuncional no sólo a la retórica de
la flexiseguridad europea como regla de gobernanza empresarial – que el libro
no discute como punto de partida- , sino también a la gestión de la innovación en términos económicos y productivos.
FLEXIBILIDAD INTERNA E INNOVACIÓN EN LA EMPRESA.
Juan Pablo Landa (Ed.),
Instituto Internacional de Sociología de Oñati, Dykinson, Madrid, 2013, 355 pp., 25 €
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