Ha llegado a orillas del rio Cam la realización, hace una semana, de una interesante reunión en la que se han encontrado las Federaciones Metalúrgicas italiana y española, con sus dos secretarios generales al frente, Agustín Martín por la Federación de Industria de CCOO y Maurizio Landini por la FIOM-CGIL. Como tampoco creo que a muchos de nuestras lectoras y lectores les haya llegado esta noticia, a continuación se inserta un comentario al encuentro y la información que del mismo han dado las fuentes sindicales normalmente bien informadas.
El 30 de junio y el 1 de julio se
ha celebrado en Madrid un encuentro a alto nivel entre la dirección de la FIOM
– CGIL italiana y la Federación de Industria de CC.OO. Se trataba de una
reunión para intercambiar experiencias y opiniones sobre la negociación
colectiva y “la situación del sindicato”. El encuentro bilateral era muy
significativo porque se desarrollaba a nivel de rama de industria – cuando
normalmente estas relaciones se desarrollan en el plano confederal – y la
FIOM-CGIL es, después de la IG Metall alemana, la más poderosa organización
sindical de los trabajadores del metal de Europa. Respecto de CCOO, la
Federación de Industria es uno de los elementos vertebrales no solo de la
estructura sindical, sino del tipo de cuadro sindical realmente existente que ha desarrollado su actuación sindical en la
media y gran empresa inserto en una cultura colectiva muy determinada que,
conviene recordarlo, enlaza con la memoria antifranquista del movimiento
obrero.
La FIOM-CGIL se mueve en dos
escenarios plenamente convergentes. En el plano interno, la FIOM ha luchado de
forma directa contra la estrategia de la empresa FIAT de división sindical y de
exclusión del sindicato metalúrgico del derecho a negociar el convenio colectivo
de empresa, pretendiendo establecer un nexo directo entre la legitimación para
negociar y la aceptación de la propuesta empresarial. La FIOM ha mantenido una
inmensa batalla legal contra esta concepción de la FIAT que de hecho la
permitía seleccionar sus interlocutores colectivos, y ha resultado vencedora
tanto en los tribunales ordinarios, como, de manera fundamental, en el Tribunal
Constitucional italiano que ha anulado el art. 19 del Statuto dei Lavoratori
por entenderlo inconstitucional al ligar la representatividad en la empresa y
el reconocimiento de la personalidad jurídica del sindicato en ésta al hecho de
suscribir y ser parte del convenio colectivo de la misma. Esta declaración de
inconstitucionalidad abría una posibilidad de intervención legislativa sobre la
representatividad de los sindicatos, pero han sido sin embargo éstos los que
han forzado un acuerdo tripartito interconfederal CGIL – CISL – UIL en el que
reorientan la decisión del Tribunal Constitucional en materia de
representación, que ha sido criticado por la FIOM precisamente por dejar muy poco
espacio a la voluntad concreta de los trabajadores y su opción en un proceso de
negociación. Para la FIOM, en efecto, el sindicato debe fortalecer su carácter
de representante de los trabajadores – de todos los trabajadores y trabajadoras
– y por consiguiente, verificar el consenso de éstos a las decisiones
relevantes del mismo. No puede convertirse por tanto la organización sindical
en lo que Umberto Romagnoli ha
definido de forma muy precisa: una institución para-pública que se comporta
como un tutor con los sujetos que representa, a los que contempla como sujetos
a medio camino entre la capacidad y la incapacidad de obrar. La revalorización
del referéndum entre los trabajadores como forma de consulta y la interlocución
sindical sobre la base de una referencia general, unitaria del conjunto de
personas que trabajan en la empresa, son las señas de identidad de este modelo
sindical.
En el plano externo, la FIOM_CGIL
ha mantenido desde el inicio de la
crisis y las primeras medidas de austeridad del gobierno Berlusconi, luego del de Monti
y en fin, tras la crisis política del 2013, respecto a los gobiernos de Letta y ahora de Renzi, una actitud crítica impulsando procesos de movilización
social generalizados. Landini, su secretario
general, se ha convertido en un referente político de primera fila, junto con
otras personalidades muy respetadas, en ese estilo clásico italiano de que la
sociedad civil es capaz de generar una plataforma social y política que se
ofrece a la participación ciudadana. Lo hicieron mediante la petición de un
referéndum para derogar una norma insólita que permitía que el convenio
colectivo de empresa se impusiera frente al convenio nacional de sector o
incluso frente a una norma estatal, y lo han vuelto a realizar mediante la
oposición a las reformas constitucionales que está impulsando actualmente el
presidente del Consejo de Ministros Renzi.
Es como sucede con tantos sindicalistas italianos de raza, un buen escritor. Javier Aristu ha traducido al español
su último libro, “Fuerza de Trabajo” que en breve estará disponible en versión
electrónica en la Fundación 1 de Mayo. Merece la pena leerlo.
Pero fundamentalmente la FIOM
trabaja en la dimensión europea buscando la creación de un frente común
sindical frente a la política de austeridad, y en este sentido se debe leer el
encuentro con la Federación de Industria de CCOO. Desde una aproximación
global, la FIOM entiende que la crisis no lo es en un sentido técnico, limitada
a los parámetros económico-financieros que conocemos. Se trata por el contrario
de una crisis que se inscribe en un estado de emergencia para la democracia
política y social tal como la conocemos y la teorizamos en la actualidad, y que
está abriendo un tránsito entre épocas a partir del cual los sujetos y los
contextos en los que se desenvuelven las acciones no podrán volver a plantearse
en los mismos términos que antes de la crisis. En este punto hay una
cierta indefinición, porque reconocienmdo este cambio radical en proceso, la
FIOM sigue pensando que los objetivos finales del “pasado” – solidaridad,
mediación colectiva, impulso contra la desigualdad – deben seguri proponiéndose
como forma segura de “guiarse” en el cambio que se está gestando y en el que la
clase trabajadora no participa ni dirige. Por eso revalorizar la dimensión
internacional y en concreto la europea, es decisivo para este planteamiento de
la FIOM. Los sindicatos del sur de Europa tienen que hacer explícito al resto
del movimiento sindical europeo, más allá de la contención que pudieran exigir
los usos diplomáticos entre confederaciones nacionales, que los efectos de la
crisis están generando nuevas asimetrías Norte / Sur en la Unión Europea que el
sindicalismo del centro y del norte tiene que combatir, a la vez que presionar
directamente también en el interior de sus estados-nación para abandonar estas
políticas de austeridad más allá de las fronteras de sus estados. No basta con
la presión de las fuerzas políticas, sino que es necesario articular un frente
sindical potente anti-austeridad que sea capaz, como sucedió con la
convocatoria de huelga general europea para el 14 de noviembre del 2012, de
presentarse como sujetos fuertes con presencia en el escenario de la Unión
Europea. La asimetría Norte /Sur se repropone además en cada uno
de los países internamente entre trabajadores desiguales y trabajadores “ordinarios”,
precarios y estables, complicando la capacidad de respuesta sindical.
Como es lógico, este
planteamiento “dice” mucho a CC.OO. Por eso la iniciativa del encuentro entre
ambas federaciones es síntoma de una percepción diferente, más exigente, del “papel”
de los sindicatos en una sociedad en crisis. En la reunión además participaron
no sólo sindicalistas, sino especialistas en derecho laboral, como Umberto Romagnoli invitado por la FIOM
y Joaquin Aparicio, invitado por CCOO,
que sostuvieron con los sindicalistas una sesión de debate muy intensa,
coordinada por Juan Blanco. Tras la
sesión de trabajo, el grupo más reducido celebró una cena informal y a la
mañana siguiente acudieron todos a la concentración en Callao en defensa del
derecho de huelga frente a la represión penal de la misma.
A continuación se inserta la nota
de prensa de la Federación de Industria de CCOO
FIOM-CGIL y CCOO de Industria intercambian
reflexiones sobre la situación de la negociación colectiva y el papel de los
sindicatos
- Esta semana ha tenido lugar en Madrid un
encuentro bilateral entre la federación italiana y la española
Durante los últimos años, Italia
y España se han visto sometidas a sucesivas reformas laborales que han
impactado de lleno en el marco de la negociación colectiva. Para intercambiar
experiencias sobre el asunto, y recibir información sobre lo que está sucediendo
en los dos países, esta semana se han reunido en Madrid los secretarios
generales de CCOO de Industria y de FIOM-CGIL, la federación del metal más
importante del continente tras la alemana IGMetall
En la reunión que esta semana han
mantenido en Madrid los secretarios generales de CCOO de Industria y FIOM-CGIL,
Agustín Martín y Maurizio Landini abordaron
en profundidad cuestiones que preocupan a los dos sindicalistas: cómo
amortiguar el impacto de las reformas laborales en la negociación colectiva y
cuál es el papel que deben jugar los sindicatos en el contexto europeo.
En cada uno de estos debates estuvieron acompañados por Umberto Romagnoli, catedrático de la Universidad de Bolonia y ex presidente de la Asociación Italiana del Derecho del Trabajo y la Seguridad Social. Se unieron al grupo Sandra Petrucci, responsable de Europa en la federación italiana y Juan Blanco, secretario de Internacional de CCOO de Industria. Otros miembros de la ejecutiva participaron puntualmente en la reunión.
Las dos delegaciones llegaron a la conclusión de que el sujeto sindical debe tener, en el contexto europeo, un elevado componente de propuesta. Partiendo de las especificidades de las condiciones sociales, económicas e industriales de Italia y España, acordaron trabajar en un documento, que dirigirán al sindicalismo europeo, donde se reconozca la asimetría de la crisis.
En cada uno de estos debates estuvieron acompañados por Umberto Romagnoli, catedrático de la Universidad de Bolonia y ex presidente de la Asociación Italiana del Derecho del Trabajo y la Seguridad Social. Se unieron al grupo Sandra Petrucci, responsable de Europa en la federación italiana y Juan Blanco, secretario de Internacional de CCOO de Industria. Otros miembros de la ejecutiva participaron puntualmente en la reunión.
Las dos delegaciones llegaron a la conclusión de que el sujeto sindical debe tener, en el contexto europeo, un elevado componente de propuesta. Partiendo de las especificidades de las condiciones sociales, económicas e industriales de Italia y España, acordaron trabajar en un documento, que dirigirán al sindicalismo europeo, donde se reconozca la asimetría de la crisis.
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