En el curso de las negociaciones para formar gobierno, el
diseño de un programa futuro del mismo debe necesariamente que tener en cuenta
una valoración de las políticas y las normas que han disciplinado las
relaciones laborales en estos últimos cuatro años del gobierno del Partido
Popular, posiblemente los peores desde la Transición Política en el Estado
español. Recientemente se han publicado dos artículos que analizan, con una
amplia cobertura de datos, los efectos de esta regulación laboral, lo que todos
conocemos como “la reforma laboral”. El contenido de ambos debe divulgarse a
efectos de poseer un punto claro de referencia respecto a la voluntad del
cambio político posible sobre este asunto. O, por decirlo de otra manera, para
comprobar si se mantiene la misma política equivocada respecto de la regulación
laboral que se ha puesto en práctica entre nosotros a partir de la primera ley
de reforma laboral del 2010, exasperada y llevada a su límite por la reforma
del 2012.
El primero de los dos artículos que se incluyen en este post incluía una
valoración más amplia sobre los efectos de la reforma laboral, pero aquí se
trae a colación exclusivamente la parte del mismo que analiza las consecuencias
sobre los salarios que ésta reforma ha tenido, puesto que de esta manera se
puede comprobar asimismo la crisis de la negociación colectiva que estaba en el
punto de mira de la normativa laboral, y que pretendía fundamentalmente dos
objetivos: debilitar e inaplicar el sistema de negociación colectiva sectorial
que constituía el esquema central de actuación de la negociación colectiva en
España, y romper la función niveladora y redistributiva de la negociación
colectiva. En el texto de Górriz y Estrada que se inserta a continuación
se comprueban las consecuencias de esta regulación.
LAS REFORMAS
LABORALES Y EL SALARIO
(Ramón Górriz y Bruno Estrada, “La clave
de un gobierno del cambio es la derogación de las reformas laborales”, en el
blog “Radicales Libres” La clave es derogar la reforma laboral )
La reforma
laboral de 2012 sustrajo a la negociación colectiva gran parte de sus
anteriores contenidos, y dejó la determinación de gran parte de la regulación
del trabajo en la decisión unilateral del empresario. (…) Fruto de ello, la
evolución del reparto del PIB entre rentas del trabajo y rentas del capital
durante los últimos cuatro años, según datos de Contabilidad Nacional del INE,
muestra una clara perdida de peso de la remuneración de los asalariados, que
cae tres puntos, pasando de representar en 2009 el 55% del PIB a precios de
mercado (descontados los impuestos netos sobre producción e importaciones) al
52% en 2014. Mientras que los beneficios empresariales que en 2009 suponían el
45% del PIB, cinco años después suponían el 48% de la riqueza nacional.
Objetivo cumplido por parte de las reformas laborales.
Asimismo, la
moderación salarial no se ha aplicado de igual manera a los salarios más
elevados y a los más bajos, aumentando las desigualdades entre aquellos
trabajadores con mayor poder de negociación individual de sus condiciones de
trabajo y los que carecen de esa capacidad, cuyas condiciones de trabajo y
salarios se defienden en la negociación colectiva.
Cuadro.
Evolución salario bruto mensual medio (del empleo
principal) por decilas de
salarios. 2010-2014
Euros nominales
|
2010
|
2014
|
2010-2014
|
Decil 1
|
482
|
411
|
-15%
|
Decil 2
|
893
|
820
|
-8%
|
Decil 3
|
1142
|
1101
|
-4%
|
Decil 4
|
1316
|
1315
|
0%
|
Decil 5
|
1478
|
1503
|
2%
|
Decil 6
|
1667
|
1715
|
3%
|
Decil 7
|
1917
|
1997
|
4%
|
Decil 8
|
2291
|
2386
|
4%
|
Decil 9
|
2842
|
2947
|
4%
|
Decil 10
|
4357
|
4617
|
6%
|
Fuente:
Elaboración propia a partir de datos de la EPA y del Análisis de los deciles
salariales de Manuel Lago (Cuadernos de Acción sindical de la CS de CCOO.
Diciembre 2015).
Dichas
reformas laborales esconden, detrás de una retórica vacía sobre los insiders
y outsiders, un incremento de la desigualdad laboral y un
empobrecimiento de los trabajadores más desprotegidos, con menor cualificación
y capacidad de defensa colectiva de sus salarios (…) Como puede observarse en
el Cuadro anexo, las tres decilas con salarios más bajos han visto reducirse
sus salarios brutos mensuales en una relación inversa a su cuantía. En el decil
de menor salario medio, 482 euros brutos mensuales en 2010, en cuatro años el
salario se ha reducido en un 15%, hasta los 411 euros. El decil inmediatamente
superior, con un salario medio de 893 € en 2010, ha visto reducir su salario en
un 8%, hasta los 820 €. El siguiente decil en un 3%, de 1.142 euros en 2010 a 1.101
en 2014. El cuarto decil apenas ha visto modificar su salario medio durante
esos años. A partir del quinto decil el salario medio se ha venido
incrementando, en mayor cuantía para los salarios más altos, llegando hasta un
6% en el decil más alto, alcanzando un salario medio de 4.617 en 2014.
Las reformas laborales de 2010 y 2012 esconden un incremento de la
desigualdad laboral y un empobrecimiento de los trabajadores más desprotegidos,
con menor cualificación y capacidad de defensa colectiva de sus salarios.
Como
consecuencia de ello, en España se ha extendido la figura del trabajador pobre,
que según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ya supone un 12,5%
del total de trabajadores en nuestro país.
La reforma laboral española se ha considerado ejemplar para los planteamientos
neoliberales que aplicó el conglomerado financiero-político a las economías
sobre-endeudadas del sur de Europa, y que a partir de ahí, con una mayor
flexibilidad, se proyectan sobre Italia – con la ley Job Act que pone fin a la
readmisión forzosa del despedido improcedentemente e instaura el contrato de trabajo “de
protección creciente” – y ahora en Francia, con un proyecto de ley de reforma
del Código de Trabajo que ha generado una fuerte contestación. Un ejemplo para
los legisladores mayoritarios franceses – pilotados por un Partido Socialista
que sufre un importante proceso de división interna gracias a ello precisamente
– es la reforma laboral española. Por eso, de manera muy oportuna, un grupo de
economistas y juristas españoles han publicado un artículo en el diario Le
Monde en el que explican, en términos de empleo, el fracaso seguro de
la Ley francesa si sigue los pasos de la reforma laboral española.
LA REFORMA LABORAL ESPAÑOLA
NO HA CREADO EMPLEO
“La reforma francesa del mercado de trabajo – “loi travail”- está
abocada, como en España, al fracaso” (Josep Borrell, Antonio González, Ignacio
Pérez Infante, Alberto del Pozo, Alfonso Prieto y Borja Suarez, economistas y
juristas miembros de Economistas Frente a la Crisis EFC), traducción española
del artículo publicado en Le Monde, en Economistas frente a la crisis en Le Monde )
En el debate que se está produciendo en
Francia a propósito de la “loi travail”, el gobierno francés dice haberse
inspirado en la reforma laboral realizada por el Gobierno conservador español
en 2012, y sus defensores citan los efectos pretendidamente positivos que tal
reforma ha reportado en España en relación con nuevos contratos de trabajo y de
creación de empleo estable.
Así, en el artículo
publicado el 5 de marzo en Le Monde (“Cette réforme est une
avacée pour les plus fragiles”), Olivier Blanchard, Jean Tirole, Philippe
Aghion y otros distinguidos economistas franceses, han puesto en valor que,
durante el año 2012, primer año de aplicación de la reforma española, España ha
creado 300.000 contratos indefinidos (CDI). Aclaremos en primer lugar este
punto porque se trata de un dato parcial y tendencioso que no describe
adecuadamente los efectos de la reforma: tras el crecimiento de 300.000 CDI en
2012 que efectivamente se verificó en ese año, el año 2013 siguiente,
experimentó una reducción de los CDI en 298.000. El “tirón” de la reforma no se
mantuvo.
Por otro lado, entre 2012
y 2015, los CDI han crecido en 76.000 anuales, pero los contratos temporales
(CDD) lo han hecho en 3,7 Millones en el mismo periodo. No parece que la
situación haya mejorado, especialmente para los más frágiles. La tasa de
temporalidad ha aumentado desde el 4º trimestre de 2011 al 4º trimestre de 2015
del 24,8% al 25,7% porque la reforma del mercado laboral español no ha
modificado el hecho de que el aumento del empleo provocado por la mejoría de la
economía sea en esencia empleo precario y en parte, además, fraudulento.
59.000 empleos menos
Los defensores de la
reforma española estiman que ésta ha contenido el crecimiento del paro (en 2012
y 2013) y contribuido a su reducción en 2014 y 2015 por encima del 1% por año.
Así es que las evaluaciones de la reforma laboral española hechas por sus
propios defensores, incluso atribuyéndola todos los efectos sobre el empleo,
incluidos los debidos al cambio del ciclo económico, y a pesar de la
importancia de las medidas adoptadas por la reforma (entre ellas el recorte de
las indemnizaciones por despido de hasta un 42%) muestran, hasta el momento, en
el mejor de los casos, un cambio poco apreciable del empleo indefinido.
Es cierto que se registra
un leve crecimiento del flujo del paro hacia el empleo indefinido, que podría
alcanzar unos 24.000 anuales, pero al mismo tiempo se mantiene un flujo casi
cinco veces superior desde el paro hacia el empleo temporal. Pero, en cualquier
caso, el dato relevante no es el flujo de entrada (contratos) sino el
stock (diferencias entre entradas y salidas), es decir, el empleo. Y el empleo ha
disminuido entre
2011 y 2015 –la reforma laboral española de por
medio– en 59.000 empleados a pesar del cambio
experimentado del ciclo económico hacia una fase de crecimiento.
Aumento de la desigualdad
Adicionalmente, la
reforma española de 2012 ha tenido efectos perversos sobre otros aspectos del
mercado de trabajo -como los salarios- entre ellos un fuerte aumento de la
desigualdad y de la pobreza. La tribuna de Le Monde no tiene en cuenta otros
aspectos de la loi travail del gobierno francés que pueden también encontrarse
en la reforma española, como es el debilitamiento de la negociación colectiva
(supresión de la negociación sectorial) con un impacto muy importante sobre los
trabajadores con salarios más bajos.
Finalmente, creemos que
en el cambio de ciclo económico ha influido, por otra parte, variables exógenas
como el relajamiento de la política de austeridad que supone el incumplimiento
de los compromisos del déficit de 2013 a 2016, la caída de los precios de los
combustibles fósiles, la devaluación del Euro y la política monetaria del BCE.
Si el argumento de
autoridad y la prueba del acierto de las medidas en Francia es la reforma
laboral española, la reforma francesa El Khomri será con seguridad, como en España,
un fracaso.
1 comentario:
Pedro González de Molina
30 de marzo a las 0:51
En este artículo publicado en el blog de Pedro Flinstone desmonta las supuestas ventajas de las reformas laborales de 2010 y 2012, en las que se inspiran la Job Act italiana y la Loi du travail francesa que quieren aprobar el PSF y el PD italiano, en contra de lo prometido a los electores. Resumiendo, las reformas laborales (mejor dicho contrarreformas) han logrado aumentar la tasa de ganancia de los empresarios a costa de los trabajadores, neutralizar en parte el poder de los sindicatos, disciplinar a la mano de obra (con el miedo al paro), aumentar la precariedad en el empleo con menos derechos y peores condiciones, y colocar como filosofía "todo el poder para los empresarios" legalizando abusos (como el mobbing) de la patronal: http://baylos.blogspot.com.es/2016/03/salarios-y-empleo-tras-las-reformas.html?spref=fb
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