De 1972 en adelante, tras los buenos resultados obtenidos
por las candidaturas de CCOO en las elecciones sindicales parciales, el
incremento de las huelgas en empresas y en sectores clave como la construcción,
contribuyó a lo que Juan Moreno define
como recuperación de espacios más allá del que estaba confinado tras los muros
de la fábrica, sino abriendo la acción colectiva a la ciudadanía, involucrando
a la ciudad y sus gentes en conflictos de base obrera, creando una suerte de “huelgas
generales locales” que luego se intentaría extender como una “mancha de aceite”
en la terminología de los debates de la dirección de CCOO.
En esa estrategia de ampliar espacios y de extender la solidaridad europea
respecto de las luchas obreras que en España estaba llevando a cabo, entre
represión y presencia efectiva, el movimiento socio-político de Comisiones
Obreras, el 12 de marzo de 1972 se organizó en Milán, en el marco de la unidad
de acción sindical CGIL-CISL-UIL, y con el apoyo de la alcaldía de aquella
ciudad, una impresionante exposición de solidaridad con CC.OO. La Mostra di Milano llevaba como título “Amnistía.
Que trata de España”, enfatizando la reivinidcación política más importante de
la transición que se entendía muy cercana al sistema democrático, y acogiendo
el verso de Blas de Otero, y fue una
idea de la agrupación de artistas plásticos del PCE que asumió y coordinó la
Delegación Exterior de Comisiones Obreras (DECO). Esta exposición formaba parte
de un festival más amplio, celebrado en paralelo en Roma, de carácter cultural,
que culminaría en la edición de dos libros de poemas, un disco de música
popular y la proyección de varios e interesantísimos documentales.
En la exposición participaron casi trescientos artistas plásticos
españoles, italianos y residentes en Francia, una cincuentena de poetas y un
grupo amplísimo de cantautores y de músicos. No se trataba de una exposición
temática, sin por el contrario representaba el pluralismo estético y conceptual
artístico que estaba unido fundamentalmente por la solidaridad con Comisiones
Obreras, que recibiría el dinero recaudado por la venta de estas obras y la
lucha por la amnistía y la libertad, condición necesaria para instaurar la
democracia en nuestro país. Se expusieron así y se vendieron cuadros donados
por los más conocidos pintores españoles del interior y del exilio (Picasso, Miró, Tapies, Saura, Genovés,
Guinovart, Ortega, etc) y el festival
contó con cantautores muy implicados en la democracia del momento – Manuel Gerena, Elisa Serna, Julia León por
señalar solo a los tres que estaban ayer en la exposición de Madrid – y la
presencia de Rafael Alberti, Maria Teresa
León, Pablo Neruda. El documental que recoge la lectura de poemas de éstos
es especialmente emocionante.
Ayer se inauguró, cuarenta y cinco años después, la exposición Amnistía. Que trata de España. Arte y
solidaridad (Milán 1972 – Madrid 2017), que
evoca la exposición de Milán, su alcance artístico y sus valores, y supone una
muestra más de la recuperación de la memoria democrática de este país. La
exposición está en el Museo de Historia de Madrid, en la sede del antiguo
Hospicio con portada churrigueresca de Tribunal, y cuenta con 13 pinturas que
estaban en poder de la CGIL y que este sindicato ha prestado para la muestra.
La gran mayoría de las obras de 1972 sin embargo, pertenecen a sus propietarios
y por tanto no era posible traerlas a la exposición. Especialmente Le fumeur, el cuadro de Picasso que es
propiedad del Ayuntamiento de Milán.
La exposición fue inaugurada ayer viernes 9 de junio en la sede del Museo y
contó con un saludo de las CCOO de Madrid que hizo su secretario general, Jaime Cedrún y una intervención de Fausto Durante por la CGIL italiana, a los que siguió la bienvenida
a la exposición como símbolo de Madrid , que quiere ser ante todo la ciudad de
la libertad, por parte de su alcaldesa, Manuela
Carmena, y cerró la presentación Ignacio
F. Toxo ligando el hecho de Milán con la huelga general de dos días antes
en Ferrol, con la muerte de Amador Rey y Daniel Niebla, por disparos de la
policía, la convocatoria de la huelga general y el procesamiento de 23
militantes de CCOO en el TOP, entre ellos el propio Toxo.
La concurrencia de personas al acto de inauguración fue grande y
abigarrada. Cantautores y sindicalistas de entonces, abogados laboralistas cuya
enunciación llevaría toda una página. Simplemente resaltar algunas presencias,
como la de Carlos Vallejo o Marco Calamai, y el magistrado Juanjo del Águila, que aprovechó para
presentar su blog Justicia y Dictadura, Justicia y dictadura blog del
que ya nos ocuparemos en esta bitácora próximamente, al lado de sindicalistas
de hoy y muchas otras personas jóvenes e
interesadas en reconocer la memoria democrática que durante tanto tiempo ha
sido secuestrada y aun actualmente es negada continuamente no sólo por un revisionismo
histórico neofranquista, sino por el discurso político que proyecta sobre el
pasado su visión de vencedor sin aceptar críticas ni cuestionamientos.
La exposición tiene como comisarios de la misma a Ana Abelaira, Susana Alba y José Babiano, bajo la coordinación
general de Bruno Estrada, que han hecho un magnífico trabajo, y se puede
visitar de martes a domingo de 10 a 20 horas en el Museo de Historia de Madrid,
calle Fuencarral, 78.
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