Y al
cabo de tres días lo encontraron en el Templo, sentado en medio de los
doctores, escuchándoles y preguntándoles. Cuantos le oían quedaban admirados de
su sabiduría y de sus respuestas”. Como en
el fragmento del evangelio de Lucas, el presidente Milei de viaje
oficial y pagado por el erario público argentino para participar en un mítin organizado
por VOX para mostrar el músculo global de la ultraderecha, sin programa oficial
y sin visita de cortesía ni al Jefe del Estado ni al Presidente del Gobierno,
ha venido a España a hablar y a explicar su ideario. Y ha encontrado un
auditorio entusiasta y atento. En ese proceso amplio de expresión de su discurso
antidemocrático, el embajador argentino le ha organizado in extremis un
encuentro este sábado con los principales empresarios españoles. Son dos cuestiones
que llaman la atención respecto del comportamiento de un presidente de una
nación como Argentina pero bien reveladores de un nuevo estilo de dominio
político. Ideología y dinero sin mediación cultural que lo disimule y
exaltación de la violencia que esto genera como una forma natural de gobernar
el espacio público.
Dice la prensa que en una reunión
organizada por uno de los diarios cuya actuación informativa es más que dudosa,
el diario La Razón, el presidente Milei ha desgranado una parte
de su ideario en frases cortas e impactantes que al parecer han provocado el
alborozo cómplice de sus oyentes, entre los que se hallaban ilustres exponentes
políticos del Partido Popular y de Vox. Así, “La justicia social es aberrante”,
“el control de capitales es inmoral” o “los impuestos son un robo”. Para el
prócer argentino, la redistribución de la riqueza se basa en el “resentimiento”
y la “envidia” de quienes menos tienen frente a los que están “ganando plata”,
a los que ha considerado verdaderos “héroes” que benefician a la sociedad con
su éxito económico, aunque ello implique inevitablemente aumentar la
desigualdad. E insiste: La idea de la Justicia social es una idea de resentidos
y de envidiosos. Naturalmente el enemigo es el “socialismo”, un cáncer y una
máquina de hacer pobres.
Milei viene a España a apoyar
a su amigo Abascal porque, según sus palabras, “cuando yo era un ser
despreciable que nadie quería, el único que me abrazó fue Santiago Abascal”.
Sin perjuicio de no estar muy seguros de si lo que ha cambiado de entonces
ahora es su carácter despreciable o que ahora le quiere mucha gente, lo que es
evidente es que el viaje a Madrid no solo está dictado por los imperativos de
la amistad, sino por la importancia de mostrar la fuerza del pensamiento alt-right
y la pujanza de su carácter antidemocrático.
El caso es que el presidente
argentino, revestido como intelectual – en La Razón ha presentado su
libro “El camino de libertario” en el que por cierto declaraba estudios y
títulos de los que carece , lo que ha tenido que sustituir en una nueva edición
– se presenta en una sociedad como la española con un discurso decididamente
anticonstitucional y antidemocrático, que niega la esencia de nuestro sistema
político basado en la existencia de un Estado Social y Democrático, y que este
pensamiento claramente totalitario se convierte, por obra del lenguaje y de los
creadores de opinión, en un discurso “libertario” o radicalmente liberal. Sin
embargo es sencillamente un discurso de violencia contra las personas y de
exaltación del dominio de clase incompatible con un estado democrático moderno.
Dice la prensa que ejecutivos de
Santander, BBVA, Telefónica, Iberia, Mapfre, Indra o Dia, entre los invitados a
escuchar este sábado en Madrid el programa económico del presidente argentino,
aunque matizan que “las grandes empresas españolas acuden entre recelos a la
convocatoria de Milei”. Este presidente
sin embargo ha asegurado que Argentina será “el país con mayor libertad
económica del mundo”, lo que parece un proyecto prometedor para el capital
extranjero, entre ellos el español, ya sólidamente asentado por cierto en aquel
país. Será interesante conocer quienes, en primera persona, han representado a
estas sociedades y el discurso que este proclamado jefe de estado de la
república Argentina tiene a bien comunicarles, posiblemente en su versión de
gran representante de negocios ajenos. Sería interesante asimismo comprobar si
alguno de los exponentes empresariales muestra alguna preocupación por el
contexto en el que esas políticas de inversión extranjera se puedan producir,
en un país en el que la conflictividad social se incrementa exponencialmente y
en el que la desigualdad alcanza cotas insospechadas para el incompleto estado
de bienestar argentino con la extensión de la violencia social que estas
carencias producen.
Es de suponer que nadie de los
asistentes a esa reunión privada en la residencia del embajador de esta mañana
de sábado le indicarán que su aplaudido “camino de libertad” se contradice
radicalmente con el marco político democrático de los estados europeos, en el
que sus ideas se consideran fuera de la ley y claramente opuestas a la
convivencia democrática, pero sería deseable que alguna de las que fueron
empresas públicas o aquellas instituciones financieras que han sido salvadas de
la ruina por la intervención pública pudiera recordar la importancia de los
impuestos progresivos y la redistribución de la riqueza como elemento indispensable
para construir una democracia.
Milei hablará a los
empresarios y les dictará su ideario de violencia y dominación por la fuerza
del poder del dinero y de la riqueza. Ojalá no suceda lo que señala el cronista
del Libro: “cuantos le oían quedaban admirados de su sabiduría y sus respuestas”.
Porque indicaría que la hasta ahora conflictiva relación entre capitalismo y
democracia se ha saldado con el divorcio de ambos por diferencias
irreconciliables. Y eso es extremadamente peligroso.
Nada diferente se pone en juego
en las elecciones europeas del 9 de junio. Por eso son claramente decisivas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario