miércoles, 7 de octubre de 2015

ERRADICAR EL TRABAJO FORZOSO



El 7 de octubre es la jornada global que la CSI instituyó para luchar por el trabajo decente. Este año viene marcado por dos hechos, estrechamente relacionados. La erradicación del trabajo forzoso y la proscripción de las prácticas que utilizan la migración internacional para someter este trabajo a condiciones degradantes para la existencia humana.

La erradicación del trabajo forzoso formó parte de una de las primeras iniciativas de la OIT, en 1930, coincidiendo con la explosión de la gran crisis. Ha sido ratificado por una gran mayoría de países que naturalmente consideran contrario a la civilización democrática la existencia de trabajo esclavo. La declaración de la OIT sobre los principios y derechos fundamentales en el trabajo de 1989 incluyó este Convenio entre las normas internacionales que deberían necesariamente tener vigencia universal.

La globalización ha hecho renacer formas odiosas de trabajo forzoso, en muchas ocasiones ligadas a los fenómenos migratorios durante los cuales se utiliza a estas perdonas como trabajo privado de cualquier derecho, sin posibilidad de evitar trabajar simplemente por comida y habitación en condiciones de hacinamiento y explotación tremendas.  Hoy en día el fenómeno del trabajo forzoso es una realidad odiosa en muchas actividades. Trabajo esclavo en la agricultura y en la pesca, pero también en el servicio doméstico y en la construcción. Las obras de la criticada copa del mundo de Qatar son un ejemplo bien conocido de mantenimiento del trabajo forzoso de sus trabajadores. Se calcula en 21 millones de personas las que en el mundo están sometidas al trabajo forzoso, son víctimas de la trata de personas, servidumbre por deudas o trabajo en condiciones próximas a la de la esclavitud.

La persistencia en esta situación hizo que en junio del 2014 gobiernos, empleadores y trabajadores reunidos en la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT (CIT) decidieron dar un nuevo impulso a la lucha mundial contra el trabajo forzoso, incluidas la trata de personas y las prácticas análogas a la esclavitud. Por una mayoría abrumadora votaron a favor de adoptar un Protocolo y una Recomendación que complementan el Convenio sobre el trabajo Forzoso, 1930 (núm. 29) así como los instrumentos internacionales existentes proporcionado una orientación específica sobre las medidas que han de adoptarse para eliminar todas las formas de trabajo forzoso. Además se aprobó una Recomendación número 203 (2014), acerca de la prevención, la protección a las víctimas y su acceso a la justicia y a otras acciones jurídicas y de reparación, y así como sobre el control de la aplicación y la cooperación internacional.

El Protocolo ofrece un marco para erradicar eficazmente el trabajo forzoso, incluyendo la trata de personas y las prácticas análogas a la esclavitud, mediante una combinación de medidas de prevención, protección y reparación. El Protocolo exige protección contra las prácticas abusivas en el proceso de contratación de trabajadores migrantes y constituye el primer tratado vinculante que reclama a las empresas que actúen con la debida diligencia a fin de prevenir el trabajo forzoso y responder a los riesgos que este conlleva en sus operaciones y cadenas de suministro. El texto del Protocolo puede consultarse aquí : http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:P029

Es por tanto urgente que exista una amplia ratificación del mismo por todos los Estados. A ese fin la CSI ha iniciado una campaña de sensibilización y movilización para exigir a los respectivos gobiernos que incorporen las prescripciones del protocolo a sus ordenamientos internos y adopten por tanto las medidas necesarias para luchar contra esta forma de explotación del trabajo especialmente odiosa. La OIT se ha fijado como objetivo que al menos 50 países firmen este protocolo en el 2018. Por el momento, sólo Niger, el 15 de mayo de este año, ha firmado este Protocolo.

Urgir a los gobiernos europeos a ratificar el Protocolo de erradicación del trabajo forzoso es por tanto imprescindible. La campaña de la CSI se puede seguir en este enlace http://www.ratifytheprotocol.org/es . Pero constatar que los países desarrollados no han considerado necesario ratificar durante todo el año de 2015 un compromiso renovado con la proscripción de la esclavitud, es un símbolo terrible de cuáles son las prioridades culturales de las personas que gobiernan en Europa.


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