Las
grandes competiciones mundiales no sólo constituyen un acontecimiento deportivo
de extrema relevancia sino que impulsan el desarrollo de edificaciones e
infraestructuras, creación de redes de transporte y cadenas de producción y
comercialización de los productos que publicitan el evento. Abren por tanto una
amplia ventana al capital y al dinero, pero no garantizan en muchas ocasiones
un empleo asalariado decente. Por eso es importante relacionar los impulsos
económicos que generan las grandes competiciones mundiales como oportunidades
de ganancia con la realidad laboral sobre la que se desarrolla esa ocasión de
beneficios empresariales, es decir, las condiciones de trabajo de las personas
que van a aplicar su fuerza de trabajo a ese empeño de riqueza, desarrollo y lucro, y garantizar al menos los
principios y derechos fundamentales del trabajo que recoge la Declaración de la
OIT de 1998 en estas situaciones.
Pues bien, en el otro extremo, la candidatura de Estocolmo
para organizar los juegos olímpicos del 2022 ha partido con un compromiso firme
de respetar los derechos laborales a partir de la firma de un Acuerdo con la
CSI al respecto. El
acuerdo para la protección de los derechos de los trabajadores concluido el 10
de enero del 2014 en el marco de la candidatura de Estocolmo para organizar los
Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno en 2022 “marca un hito histórico”
para la CSI, que lo utilizará como punto
de referencia para todos los eventos deportivos a escala mundial. El acuerdo,
firmado entre el Comité Olímpico Sueco y la central sindical nacional
LO-Suecia, pretende poner fin a las violaciones de los derechos de los trabajadores
y la explotación laboral que siguen plagando las Olimpiadas, las Copas del
Mundo de fútbol y otros eventos similares.
Es
importante resaltar que la firma de este acuerdo de garantía de derechos
laborales y sindicales de alcance global constituye un elemento decisivo en la
conformación de la candidatura de la ciudad de Estocolmo, es decir, que se
incorpora a las ventajas competitivas de esta sede como un elemento nuevo y
original que debería ser tenido en cuenta en cualquier decisión y votación de
los organismos internacionales que velan por el deporte a nivel mundial. En
España tenemos muy próximos los avatares de la presentación de Madrid 2020 en
Buenos Aires y los “logros” que aireaba el complejo deportivo-político que
protagonizó aquellos chuscos acontecimientos. Desde luego que nadie de la
candidatura de Madrid 2020 pensó en desarrollar esta dimensión social global
como un elemento forzosamente positivo que singulariza y avala la calidad de la
candidatura.
El
acuerdo ha de aplicarse a “las empresas que proporcionen bienes, equipo o ropa,
y que suministren servicios para los Juegos Olímpicos en Estocolmo” a fin de
asegurar que , en cualquier lugar donde se produzcan éstos en virtud de las
cadenas de producción transnacionales, se respeten las normas fundamentales del
trabajo establecidas por la Organización Internacional del Trabajo, que
garantizan la libertad sindical y derechos de negociación colectiva, no
discriminación y que no se recurra a trabajo forzoso ni a trabajo infantil.
Además exige el cumplimiento de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos y las Directrices de la OCDE para las Empresas Multinacionales.
El
procedimiento para desarrollar el Acuerdo se mantiene en los parámetros de la
voluntariedad de los sujetos globales. Es decir, se promueve que sean las respectivas empresas
transnacionales quienes firmen acuerdos
marco con las Federaciones Sindicales Internacionales de sus respectivos
sectores, a fin de asegurar unas condiciones adecuadas para los trabajadores a
lo largo de toda la cadena de producción transnacional.
Sharan
Burrow, Secretaria General de la CSI, ha indicado en una nota de prensa que “el
contraste entre este acuerdo y la explotación cotidiana que sufren los
trabajadores migrantes contratados para la Copa del Mundo de Fútbol de Qatar en
2022 no podría ser mayor. Hemos escrito hoy al Presidente del Comité Olímpico
Internacional, Thomas Bach, para pedir que el COI aplique como mínimo los
estándares suecos para todas las Olimpiadas. La FIFA y otros organismos
deportivos mundiales deberían hacer otro tanto, al igual que todos aquellos que
se presenten como candidatos para acoger los eventos”.
Aumentan
así las presiones sobre los organismos deportivos mundiales para que no olviden
en la organización de estos eventos
abordar de manera primordial las cuestiones relativas a los derechos laborales,
teniendo en cuenta los graves problemas constatados por los sindicatos
brasileños – sobre el aumento de accidentes de trabajo en la construcción de
las obras de los estadios olímpico para 2014, que generó la convocatoria de una
huelga nacional - y rusos en relación
con los preparativos para la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos.
“Los
organizadores de los Juegos Olímpicos de Londres – 2012 - dieron ya algunos pasos positivos, y pedimos
ahora al COI y a sus contrapartes deportivos que se basen en ese legado. Pero
hay personas que están pagando actualmente con sus vidas, conforme los
organizadores se afanan por construir a tiempo los estadios, y salarios de
miseria y una cruel explotación son la realidad cotidiana a la que se enfrentan
los trabajadores y trabajadoras que producen mercancías para marcas internacionales
y eventos mundiales”, afirmó Burrow.
Para
leer la carta al Presidente del COI (en inglés): http://www.ituc-csi.org/stockholm-bid-agreement
. Y si alguien quisiera ponerse en
contacto con Loa Brynjulfsdottir, de LO-Suecia: loa@lo.se
+46 8 796 26 90
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